martes, 20 de diciembre de 2011

Diez razones por las que recuerdo Estrella de Mar



No sé bien qué de peculiar tiene este disco respecto a otros. Ya no del mismo grupo si no en sentido general. Por qué lo elijo ahora. Quizás miento. Sí sé que tiene de especial. Ya había escuchado a Amaral antes, pero este cd fue el despertar de este grupo para mí. No recuerdo con exactitud qué edad tenía, sólo sé que me quedé fascinada al oírlo. Fue el mejor regalo que podía esperar. A día de hoy, sigo pensando que es uno de los mejores regalos que he recibido.

1. Por más que quisiera no podría olvidar la peculiaridad de esas canciones que para mí empezaron a conformar todo un universo propio. Tanto en forma como en contenido. Claro está que todas no son igual de especiales pero ahí están. Para lo bueno y para lo malo. Soy de ese tipo de personas que piensa que un cd no puede ser redondo completamente ya que entonces estaría todo dicho.

2.Algo que no puede pasarse por alto en este trabajo de Amaral es, por supuesto, su pista número 2. No me refiero a las canciones más conocidas del disco Sin ti no soy nada o Te necesito. Tampoco me refiero a Toda la noche en la calle. Este punto va dedicado a Moriría por vos. Una canción que no me canso de oír. En invierno, en primavera, de día, de noche. Es preciosa a cualquier hora. Tan íntima y directa. Sin duda, uno de los mejores temas de la banda zaragozana en toda su carrera.

3.Parte del éxito de este cd creo que reside en la variante de ritmos. Incluso podría decirse que el disco va experimentando una huida desde el plano más comercial que suponen las primeras pistas a lo más experimental que llega a sus cotas más altas con el último track En sólo un segundo. Lejos de parecer un final forzado, me parece un final de cd bien elaborado y correcto.

4. Me gusta recordar este cd porque al margen de la temática del amor también se encuentran otras canciones que ponen de manifiesto el aspecto más filosófico de la banda. Canciones como Salir corriendo o Rosa de la Paz suponen un punto álgido en la estructura del disco. Son canciones que incitan a la reflexión y que tienen una melodía inquebrantable y melancólica. Lo mejor es que pasa el tiempo y sigues experimentando lo mismo que la primera vez que lo escuchaste.

5. Una canción da título al disco y esa canción vista desde una perspectiva retardada parece ser la base de la que más tarde grupos como Pastora partirían. Una canción arriesgada y entregada porque no se parece a los grandes éxitos de Amaral.Y, además, porque al reproducirse puedes sumergirte en un mar. En el que quieras, hay tantos...

6. El libreto de este disco. Eso es, es parte esencial del trabajo. El cuadernillo es sencillo a la vez que reflexivo y único. Es como si Amaral nos diera una historia enlatada en esas páginas. Lo ha hecho otras veces pero no tan bien como en ésta.

7. Por ese gran olvidado Rey Gudú que es Juan Aguirre. Porque Amaral es algo más que Eva Amaral. Por lo menos en la portada de este trabajo aparecen los dos integrantes del grupo.

8. Todo el mundo tiende a recordar los discos por el nombre o bien, por la canción más conocida. En este proceso, quedan irremediablemente olvidadas y no escuchadas canciones tan válidas como las que las productoras sacan en primera instancia. Es más me atrevería a decir que en estas canciones que se quedan olvidadas residen las mejores perlas. Esto no es una excepción en Amaral, canciones como De la noche a la mañana, que en una primera escucha puede parecer simple y burda tiene un sonido muy peculiar y pegadizo. Conserva un sonido y una letra que deja ver a Amaral en estado puro.

"Todos los besos que doy llevan tu nombre y tu marca, que de flor en flor pasa malherida, enamorada".

9.Por otra de la canciones que no pasarán a la historia de Amaral. Quedarán en el recuerdo de los que exprimimos sus cds al máximo, gota a gota. Esa canción a la que hay que sacar jugo es El centro de mis ojos. Una de las piezas con más ritmo, de donde empieza a emanar el verdadero torrente de voz que hoy tiene Eva. Siempre es un verdadero placer cantar algo que el resto no conoce.

10. Por todas y cada una de estas canciones que hacen que cada vez que miro hacia la estantería donde está Estrella de mar recuerde lo que significa para mí. Un disco completo, con sus virtudes y sus fallos. Pese a todo, un disco para recordar y poseer, que seguro llevaría en el equipaje de mis discos preferidos.

"Quiero besarte, tengo miedo a despertarte, entro en tu sueño y te grito desde lejos que te quiero. En sólo un segundo, he comprendido lo que importa y lo que no..."

María José Gata

La aventura del tocador de señoras


Con este controvertido título, a la vez que sarcástico, Eduardo Mendoza nos mete de lleno en la historia del innombrable personaje que ya dio vida en El misterio de la cripta embrujada (1978) y retomó con El laberinto de las aceitunas (1982). En esta ocasión, y una vez más, el enigmático protagonista se verá involucrado en una trama de asesinato y embrollos entre familiares y socios de empresa. Una parodia a lo género policiaco llevada hasta el absurdo.

Barcelona, ya bien entrada la década de los noventa, ha cambiado mucho desde la primera vez que salió del internamiento para resolver el caso de una niña desaparecida. El protagonista, ante el cierre inminente del manicomio, se ve en la calle con lo único que lleva puesto y sin más personas a quien recurrir que a su hermana Cándida. Sin embargo, conseguirá un precario empleo de peluquero que le mantendrá ocupado. Un tocador de señoras que será el inicio de las más variopintas relaciones con unos personajes de lo más singular.

Con un tono ácido, incorrupto y sencillo, Mendoza nos cuenta la historia como quien la está viendo ante la gran pantalla. Un sentido del humor propio de títulos como Sin noticias de Gurb (1991) que eleva a la crítica de una sociedad para la que no está hecha la gente sencilla como el protagonista. Un mundo en el que los intereses personales, los líos amorosos y las tramas de dinero sucio engullen a los trabajadores cotidianos.

La espontaneidad y la vivacidad del relato van entretejiendo todo un complot del que tendrá que salir airoso y resolver nuestro héroe. Sin embargo, la vitalidad de la historia se ve trastocada con un final, a juicio personal, poco convincente y acelerado, en el que el desenlace transcurre con una rapidez de página doble. Igual de sencillo que su lectura. Quizás es la misma sensación que me dejó la lectura de los otros dos títulos que componen la saga, aunque sin llegar a superar lo fantástico de ciencia-ficción de La ciudad de los prodigios (1986). Sin duda, La verdad sobre el caso Savolta (1975) es la obra más redonda y mejor escrita del autor catalán.

Juanjo Sánchez

sábado, 17 de diciembre de 2011

Fortaleza

Soñaba con aires de grandeza mientras contemplaba el paisaje. Sentado en los restos de una muralla que había defendido la fortaleza en antaño, ordenaba lo acontecido en las últimas semanas.

Caía la tarde y el viento daba un poco de tregua al caluroso día de verano. Pero era un verano distinto. A pocos metros una pareja de novios cruzaba un escalón de la vida en una iglesia cercana. Resulta increíble cómo unos pocos segundos son suficientes para que cambie por completo una vida, una rutina.

Mientras, él contemplaba los grandes caserones ilustres, templos de culto, templos de ocio. Caía la tarde. Sentía la brisa. Por momentos desconectaba y volaba. Volaba dejándose llevar por la nostalgia de largas tardes y noches, de esas en las que el reloj completa su ciclo de forma acelerada. De esas en las que uno piensa que ojalá pare el mundo por un momento para que tú no te vayas. Para no tener que marcharse.

Pensaba en cómo un resurgir inesperado se había cruzado en su camino. En la importancia de los momentos. En el gran significado de lo más ínfimo, de lo que pasa desapercibido. Apostó por dar gracias por cada momento vivido, resucitó por lo que falta por vivir.

Imaginaba. Pensaba. Soñaba. Temía caer al vacío, pero ella lo tenía bien abrazado.

Juanjo Sánchez

jueves, 15 de diciembre de 2011

El porqué de las cosas


Hoy, que descubro sorprendida la telepatía de dos seres humanos cuando veo el mismo título de un relato mío en la entrada de un blog conocido, me pregunto el porqué de las cosas. Qué hace que sucedan así. Y quizá esas y otras muchas cosas eran las que pasaban por la cabeza de Quim Monzó para escribir un libro tan sagaz.

A simple vista parece un libro de relatos más, que se consumen y se olvidan. Cuando se leen parte de la primera impresión se cumple, pero hay una parte que surge mucho más poderosa. Esa parte es la que te obliga al filo del sueño, en el camino a casa en el autobús, si tienes dos minutos antes de salir de casa o en cualquier otra ocasión a coger el libro porque necesitas volver a ver que hay algo más que te puede sorprender hoy. El porqué de las cosas es un libro sano, directo y para digerir lentamente. Nada de prisas porque no hay un final mejor que descubrir dos páginas más allá que no hacen falta ornamentos ni tochos de mil páginas para descubrir grandes verdades.

El porqué de las cosas es un libro que interesa porque cuenta cosas que nos preocupan. En esas páginas están enterradas las preocupaciones, los miedos, los estereotipos, las envidias y tantas muchas otras cosas humanas de las que no nos podemos desprender por más que queramos. Una buena lectura para cuando uno no tiene mucho tiempo o ha tenido una etapa de abstinencia para con las letras.

A la vez que me intereso por este autor localizo una página que tiene otra percepción. Ahí la dejo. Espero que no sea verdad. Aunque no sería la primera vez que veo plagios en prensa que no han tenido ni la delicadeza de buscar en otra lengua.

http://www.plagiosdequimmonzo.com/


María José Gata